miércoles, 8 de febrero de 2012

Mad Men, Volver a los cincuenta


Volver a América a finales de los cincuenta y primeros sesenta, cuando todo parecía que tenía un orden establecido que no se iba a romper nunca. Aquel "The way of life" de colores pasteles que marcaron una época, antes de que la guerra del Vietnam y los hippies hiciesen acto de presencia con sus anti-estilismos estridentes y su manera de ver la vida mas acorde con la realidad en el mundo aunque para ello utilizasen sustancias químicas ilegales que a día de hoy siguen tan de moda  pese a quien le pese y para mal de muchos.

Las mujeres no trabajaban y si lo hacían era como secretarías, en puestos secundarios y ganando mucho menos,  eran perfectas esposas, perfectas madres, perfectas amas de casa y tenían que estar estupendas a cualquier hora. Ellos tenían amantes, eran machistas, y eran los reyes de la casa y del mundo... Suena todo muy lejano y casi insultante pero así era el mundo hace cincuenta años.

Todo esto es lo que se refleja en Mad Men, la serie de la que os hablo hoy. La trama, un alto ejecutivo, creativo de una empresa de publicidad, lucha por seguir estando en lo mas alto a pesar de que los jovenes vienen pegando fuerte, por otro lado está el tropel de secretarías cuyo objetivo es cazar ricos o empleados de alto standing para pasar al estatus de "señora de". El ambiente familiar que visto desde fuera parece perfecto y que sin embargo, comprobamos a medida que pasa la serie que, está lleno de carencias. Todo esto adornado con una excelente ambientación, un maravilloso vestuario, tanto en ellos como, sobre todo, en ellas dando un glamour al conjunto del que hacía tiempo que no se veía en una serie. 

Podría parecer un culebrón mas, siempre he pensado que todas las series que tienen mas de tres temporadas lo son, pero Mad Men es algo mas, como pasa en tantas series de la nueva época de la televisión americana, es una buena película que dura horas y horas y de la que nunca acabas aburriéndote.

En nuestro país en aquella época solo llegábamos al blanco y negro y a lo mas que alcanzábamos era a amar en tiempos revueltos que no era poco. Aquí no teníamos casi que ni para pintalabios pero Estados Unidos era   la primera potencia mundial y nos vendían toda una forma de vivir y ver la vida como ningún país a sabido hacerlo nunca en tan poco tiempo, a través del cine y la televisión, Doris Day y Rod Hudson protagonizaban comedias tontorronas en escenarios parecidos a los que ahora Mad Men se desarrolla. Elvis Presley de su época de rockero transgresor había pasado a ser el yerno perfecto y a protagonizar otra tanta de comedias al estilo de las otras, llenas de rubias ñoñas y tupes engominados y Jerry Lewis con su humor tontorrón conseguía hacernos reír con su cara de chiste y su manera de hablar ridícula. 

Años después, con todo el pescado vendido, cuando el título de "primera potencia" está mas diluido que nunca y mas cerca del continente asiático que de otra parte del globo, con esta serie se nos recuerda como se vivía entonces, cuando el tabaco no estaba mal visto a pesar de que ya empezaban los primeros estudios sobre su perjuicio en la salud. Cuando la sociedad se jactaba de ser hipócrita y falsa y donde lo importante es que nadie se enterase de tus sentimientos y mucho menos de tus pensamientos reales. Un buen maquillaje, un peinado de peluquería, un vestido con falda de vuelo infinito y una sonrisa era la mejor tarjeta de presentación. El resto poco importaba.

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